Mi primer cuento lo escribí a los siete años, no me acuerdo del título, pero sí sé que se trataba sobre un pez que vivía en una pecera y se sentía solo. Terminaba conociendo a una hermosa pececita (creo que lo había escrito así, literalmente). Extraño de esa época lo fácil que me fluían los argumentos, más allá de que no se destacaran particularmente por lo originales.
Ahora me encuentro frente a la pantalla de esta computadora ajena (ya que por el título ya saben desde dónde estoy escribiendo), y no sé para qué abrí este blog. Yo, que aprovecho cualquier silencio en la conversación para meter algún bocadillo... ¿me habré quedado justo ahora sin nada que decir?
Veremos.
5 comentarios:
Es un muy curioso que alguien que se define como Idealista incorregible vote a alguien tan solo porque un familiar o un ser cercano se lo dice...no te parece?
jajajajajaja
eh.....no entiendo
Yo dije "Trazas de idealista", lejos estoy de serlo, sólo me queda un poco...
Además, no creo que mi idealismo pase por la política.
Usuario anónimo, me causó gracia tu chiste, me hubiera causado más gracia de no haberte escondido detrás de un anónimo.
me gusta y me asusta que hayas decidido exponerte por este medio...
pero amén. te quiero como sos.
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