martes, mayo 13, 2008

Entre las paredes de Puán 480

Hoy salí de rendir el parcial de sociolingüística y, como siempre en estas situaciones, me sentí liviana y renovada. Paseé por la facultad, me compré un alfajor triple en el kiosquito del primer piso y me puse a esperar que terminaran su examen los compañeros con los que estuve estudiando estos días. Al rato salió Flor -una de ellos- y nos pusimos a charlar. Después nos dimos cuenta de que el parcial había sido en un aula del primer piso, y que nosotras estábamos esperando a nuestros compañeros... en la misma aula, pero del segundo. Por suerte igual pude encontrarme con ellos y terminé compartiendo un café en el bar Platón y dándole vueltas y vueltas a lo que contestó cada uno.
Me puse a pensar que, justo ahora que estoy terminando la carrera, que pronto mis rutinas de Puán van a ser recuerdo, voy a extrañar muchísimo tantas cosas... pasé en este edificio los últimos siete años, mucho más de lo que en su momento pasé en el colegio secundario, y acá fui y soy todo lo feliz que no fui de adolescente. Me encanta cruzarme con gente que conocí en otras materias y tener una charlita sobre lo que cada uno está cursando. Me encanta aprovechar el recreo entre práctico y teórico para tomarme un café. Me divierte leer las discusiones de las chicas escritas en las puertas de los baños de mujeres. Disfruto enormemente los ratitos en los que revuelvo las mesas de saldos en las librerías de la cuadra. Tengo un cariño enorme por tantos rincones, tantos lugares donde compartí momentos increíbles con personas que conocí acá adentro... algunas siguen conmigo hasta el día de hoy, otros quedaron en el pasado junto al recuerdo de una mesa junto a la ventana en Die Brücke, desde donde decíamos, se podía ver un Aleph.
Pese a la cantidad irritante de carteles pegados por todos lados, a la escasez de bancos, a las interrupciones en las clases, a las colas para comprar apuntes en el CEFyL, a la mugre y a los amontonamientos de la escalera principal en las horas pico, Puán 480 es uno de mis lugares en el mundo. Acá adentro me siento como en casa.
Siento que mi carrera es un ciclo cumplido, y me da mucha satisfacción pensar que en menos de un año voy a estar tramitando mi título, pero a la vez, me resulta imposible no sentir nostalgia. Pero bueno, todavía faltan unos meses. A disfrutarlos. Y después, vendrá lo que vendrá. Otras personas, otros desafíos, otros lugares. ¿Otro Aleph?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué puedo decir, me siento bastante identificado con varias de las sensaciones que mencionás. Creo que en parte uno nunca deja de rendir exámenes, así que la liviandad compensatoria no vas a extrañarla por mucho tiempo. En cuanto a lo demás... supongo que se trata del famoso barajar y dar de nuevo. Las cartas cambian, siempre nuevas, pero el jugador gana experiencia. Besos!

Anónimo dijo...

blog me odiaaaaaaa, escribi un comentario copado y no se registrooooooo (eso o se registra y no se publica hasta que lo aprobás). Ahora ya es muy tarde para hacer nuevos comentarios, pero en otra visita te seguiré encomiando. Besos! Siga nomas!

ayco dijo...

Pues no termines!! Suspende!!! xD

El ornitorrinco dijo...

No le des más vueltas: adelante con lo que sigue, sino nunca te vas a ir y hay que irse, siempre nos estamos yendo... lo bueno de irse es que siempre queda el recuerdo (que cuando recuerda ficciona y pone todo más bonito) y lo mejor de todo: el regreso, que siempre está lleno de sorpresas.

Juan Pablo dijo...

Por tu espíritu inquieto seguramente nunca terminarás de estudiar, sólo mutará el estilo. Y eso es lo bueno, siempre más y con humildad. Eso hasta que sepas mucho, como yo. :P
Cuidate

Mariana dijo...

Hernán,
Bienvenido!! No es que el blog no te quiera, sino que los comentarios deben ser moderados por una servidora. Es para evitar publicidades.

Rayco,
¡Eso nunca! Con lo mucho que me costó llegar hasta acá... :)

Ornitorrinco,
Estoy de acuerdo, como le dije a Rayco más arriba, llegué hasta acá así que... adelante!!!

JuanPa,
La humildad ES lo más importante -como vos bien lo demostrás, ejem ejem- ;)
Cuanto uno más avanza en una carrera, más se da cuenta de todo lo que le falta aprender en realidad (al menos a mí me pasa eso, y sé que a más de uno le parece lo mismo).
Un abrazo!

Anónimo dijo...

A mi todavía me queda bastante...

me identifico mucho con vos, Puan me hace sentir...feliz, viva... siempre te encontrás con alguien, o conocés a alguien nuevo...

te digo más, yo hasta amo los carteles..

ariel dijo...

me encanto lo que escribistes,yo estoy buscando vivir algo asi como estudiante.
Tengo pensado estudiar letras,mas alla si tiene salida laboral o no,pienso en las experiencias y la gente que puedo llegar a conocer.
Te mando un saludo