domingo, julio 29, 2007

La locura consumista de las vacaciones de invierno

La ciudad rebalsa de niños y adolescentes sacudidos por el torbellino de las dos semanas de receso escolar de invierno. Multitud de chicos de todas las edades (también los de jardín) invaden las calles porteñas, los patios de comidas, los cines, las plazas, los teatros... las carteleras se llenan de espectáculos infantiles de calidades dispares, los vendedores aprovechan la influencia de los chicos en la decisión de compra de toda la familia para enchufarnos cualquier juguetito a pilas que produzca lucecitas o (horror de nosotras, las maestras de jardín) ruiditos molestos. Eco de las vacaciones resonará ya mediado agosto ese otro invento de los comerciantes que es el Día del Niño.
El problema de muchos de estos chicos es que se los arroja a una vorágine imparable de actividades, y no se les da el menor espacio para estar en casa sin nada que hacer, jugar un poco solos (o con sus hermanos los más afortunados). Básicamente: aburrirse, actividad necesaria en la infancia, porque es el aburrimiento lo que termina por desarrollar, necesariamente, la imaginación de los chicos. Cuando al niño la diversión se le da servida en paquete, no aprende a construirla. De esta manera, los juguetes pierden rápidamente su encanto, los programas de televisión no motivan lo suficiente como para terminar de verlos, y se cae en un zapping compulsivo, los amiguitos son meros compañeros de consumo con quienes no se comparte ni siquiera una conversación.
No está mal que los padres tengan, durante las vacaciones, cantidad de opciones para llevar a sus chicos de paseo. Sería deseable que también pasaran tiempo con ellos durante las 50 semanas restantes del año. Y sería importante que estos chicos que viven la vorágine de "14 días de vacaciones = 14 planes" vieran que no todo se puede consumir, que hay cosas más importantes y que el tiempo que pasan solos en casa jugando con mamá o papá es más valioso que el invertido en ver el espectáculo de la vedette de turno devenida conductora infantil.

3 comentarios:

Martín Palma Melena dijo...

Creo, lo que llamas aburrimiento también puede ser un ocio bien entendido que a los niños no sólo los entretiene sino les ayuda a ejercitar sus cualidades.

El problema es que los padres ignoran cómo canalizar las energías de sus hijos, y si ven alguno que es hiperactivo le dan Ritalín (fármaco que no me agrada).

Felizmente mis padres de chico me compraron «Lego», juguete que nunca me aburrió porque siempre me invitaba a construirme nuevas cosas, al punto que un tiempo hasta quise ser arquitecto =)

Bueno, como es domingo y estoy descansando aproveché también para publicar algo en mi blog y para visitar algunos otros, como el tuyo. Tienes una bonita pluma (estilo de escribir) =)

Saludos desde Lima

Sebastian dijo...

Me cuesta agregar algo a tus posts porque opino igual que vos.
Pasan los años y cada vez es más así. Las apariencias y la pertenencia por cosas materiales y el cumplir comprando algo y no regalando afecto se hacen moneda corriente, generando un vacío en los chicos que no se dan cuenta los padres porque muchos de ellos ya estan hechos de "medio vacío"...
La que nos espera... Va a ser muy difícil lidiar con todo eso alrededor cuando tengamos que criar nuestros hijos.
Agradezco no tener plata para pderderme tan fácilmente en el mar de las superficialidades.
Besos.

Mariana dijo...

Martín,
Tenés razón, la palabra no sería "aburrimiento" sino ocio, pero el concepto es el mismo. Y obviamente, es más cómodo darle fármacos que averiguar la raiz de la hiperactividad en los chicos.

Seba,
Bueno, no es novedad que pensamos parecido!! Igual me gusta leer tus opiniones. Yo tengo el mismo temor con respecto a mis futuros hijos: más allá de que uno se esfuerce en cambiar el modelo de padres que hay en boga, ¿cómo escapar de las influencias nocivas de la televisión, ni que mencionar los padres de sus amiguitos? Tampoco se los puede aislar de la realidad de hoy, y ésta les transmitirá sí o sí sus propios valores... en fin, me alegro de no ser madre por ahora!!!
Besos.