El lado que no conocés de... (cadena bloggeril)

Una conocida bodega de vinos llevó a cabo hace un tiempito una publicidad gráfica y televisiva, que mostraba el lado que no conocés de, por ejemplo Nik, el dibujante (creo que era jugar al ajedrez), o la bailarina Paloma Herrera (la fotografía). A partir de allí, se me ocurrió esta posible cadena bloggeril (su éxito depende de cuántos de mis nominados acepten el desafío):

Se trata de describir un costado tuyo -en lo posible, apto para todo público, que en tu opinión y en la de algunos que te conocen mucho, sea atípico en relación con la imagen que transmitas, sobre todo en el blog-. Luego, se nominan algunos amigos bloggistas para que continúen la cadena.

El lado que no conocés de... Mariana (luchar consigo misma)

Todos los que me conocen al menos un poco identifican rápidamente este costado mío: mi amor por los libros, por mi carrera universitaria, mi dedicación al estudio, mi escritura, mis eternas discusiones (mi mamá dice que yo hubiera sido una excelente abogada, me hubieran dado todos los casos con tal de que me callara finalmente la boca).

Por eso creo que el ser practicante de TaeKwon Do constituye un costado medio "desconocido" de mi persona, porque en un primer momento parece que no cerrara con lo que es mi personalidad más a la vista. De hecho, yo misma hubiera pensado así, hasta que hace un par de añitos un amigo me abrió la cabeza. Siempre me sentí muy segura de mi facilidad de palabra, y proporcionalmente insegura de mi costado más físico. Como deportista fui nula toda la infancia y la adolescencia. Soy bastante torpe y descoordinada, y por si fuera poco, tengo muy mala vista.

Por eso, el entrenar TaeKwon Do me representa un esfuerzo y una satisfacción muy grande. Esfuerzo, porque me cuesta muchísimo, no sólo tomar la determinación de mandarme al gimnasio y calzarme el dobok, sino que además siento que en el entrenamiento se ponen en juego todas esas falencias e inseguridades que me han perseguido siempre: la falta de coordinación, la rigidez de movimientos, siento me cuesta conectar cada patada y cada uno de los puños que tiro...

A la vez, ¡qué satisfacción enorme me reporta cada logro, cada vez que consigo superarme a mí misma, ya sea haciendo bien un ejercicio, recibiendo un elogio de mi instructor, o bien logrando pasar de categoría! A la vez, con el tiempo he logrado adquirir el hábito de hacer ejercicio físico, y me siento mejor ahora con 25 años que cuando tenía 18. Y ya sé que nunca seré perfecta, que probablemente me cueste siempre y que lo más posible es que jamás sea una artista marcial destacada, pero quiero seguir haciéndolo, porque siento que me hace muchísimo bien, en todo sentido.

Espero que la propuesta les guste y que se haya entendido correctamente. Nomino a Benja, a Seba, a Sole y al Mostro. Y a cualquier otro que tenga ganas, claro.